Un referente importante en el abordaje de la Felicidad es Sonja Lyubomirsky, Licenciada en psicología de la Universidad de Harvard y doctorada en psicología social de la Universidad de Stanford, quien lleva más de 18 años investigando sobre el bienestar y la felicidad, uniéndose al movimiento de la Psicología Positiva (la psicología que se ha preocupado de estudiar el lado positivo de la vida y lo que hace que ésta merezca ser vivida).
Uno de sus aportes fundamentales fue investigar si efectivamente existe la posibilidad de ser más felices y junto con Ken Sheldon llevaron a cabo una profunda investigación para determinar si existen estrategias eficaces para estimular la felicidad. Afortunadamente los resultados fueron afirmativos, por lo que llegaron a armar una lista con dichas estrategias, las que iremos compartiendo en nuestra serie "Los Jueves Posiactivos", donde la invitación será a que comiences a poner en práctica en tu vida cotidiana esas acciones, siendo Positivo y Proactivo con tu felicidad.
Otro aporte significativo -y muy asociado al anterior- fue investigar cuánto somos responsables las personas y/o logramos influir en nuestra felicidad. Fue así como construyeron la teoría de "La solución del 40%", la que plantea que el 40% es esa parte de nuestra felicidad que tenemos la posibilidad de cambiar mediante nuestra manera de actuar y de pensar; por tanto, allí radica el potencial de aumentar nuestra felicidad.
Tal como lo muestra el gráfico, debemos tener presente que se ha descubierto que hay un 50% de nuestras posibilidades de ser felices que está determinado genéticamente y éste pone un valor de referencia que se mantiene más o menos estable en el tiempo (algo similar a lo que nos sucede con nuestro peso) determinando en gran medida lo felices que vamos a ser a lo largo de nuestra vida.
El descubrimiento más llamativo fue que encontraron que tan sólo un 10% de nuestra felicidad se explicaba por las circunstancias de nuestra vida, por ejemplo si somos ricos o pobres, solteros o casados, lindos o feos, etc. Aceptar este descubrimiento nos otorga mucho poder para buscar la felicidad en nosotros mismos, en ese 40% restante, en resumen en nuestro comportamiento y creencias; es decir, en aquellos aspectos de nuestras vidas que tenemos la capacidad de controlar.
En conclusión debemos quedarnos con una excelente noticia: todos podemos ser mucho más felices si miramos con atención lo que hacemos y lo que pensamos y con dedicación, perseverancia y esfuerzo nos proponemos cambiar aquellos aspectos que no nos están conduciendo hacia una vida más feliz.
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